El día 6 de noviembre, Correos puso en circulación un sello dedicado a los Juegos infantiles en el que se muestra una peonza.
La peonza es uno de los juguetes más antiguos y fascinantes de la historia, con raíces que se remontan a civilizaciones tan antiguas como la griega y la egipcia. Este simple pero cautivador objeto ha atravesado eras y culturas, convirtiéndose en un símbolo atemporal del juego infantil.
Originalmente se fabricaba generalmente en madera y con formas rudimentarias. Con el tiempo, la peonza ha evolucionado tanto en diseño como en materiales, adaptándose a los avances tecnológicos y los gustos de cada época, pudiéndose encontrar peonzas de barro, de metal o más recientemente de plástico.
Cada estilo presenta particularidades que reflejan no solo la creatividad del fabricante, sino también la vida cotidiana y las tradiciones de aquellos que las usan. Este juguete es una gran fuente de entretenimiento que implica destreza y control para hacerla girar con elegancia y precisión.
La peonza fomenta la coordinación y la concentración en los niños, además de favorecer la interacción social ya que es un juego que se disfruta tanto de manera individual como en grupo. Invita a los jóvenes a desafiarse entre sí, creando un sentido de competencia saludable que potencia la camaradería y la diversión.
Actualmente, la perinola (como se le conoce en algunos lugares) ha experimentado un renacer con diseños innovadores que incluyen luces LED y giros espectaculares que capturan la atención de las nuevas generaciones. Este juguete, aunque simple, plantea una lección importante: la diversión no requiere de tecnología compleja, sino de imaginación y creatividad.
Con cada giro, la peonza nos recuerda la importancia del juego en la infancia, contribuyendo al desarrollo motor, social y emocional de los niños.
Con este motivo, se ha confeccionado una bonita tarjeta máxima cancelada con el matasellos especial de primer día utilizado en Madrid.